PORQUE es un deporte abierto a todos los tipos físicos, gordos o delgados, altos o bajos. Redime a los gordos, enfrenta a grandes con pequeños, enseña a éstos a afrontar a los de mayor tamaño sin complejos y a éstos a respetar a los pequeños. El dicho que no hay enemigo pequeño, en el rugby se hace realidad.
PORQUE supone la máxima expresión de la labor educativa en el deporte, que nos enseña a competir noblemente respetando unas normas. La agresividad del juego está sometida al máximo respeto de unas reglas, convirtiéndole en un juego realizado por caballeros.
PORQUE cuando se practica el rugby se es consciente de que el propio juego maltrata nuestro cuerpo, por lo que sin menoscabo de la adecuada preparación física, el jugador de rugby permite a su cuerpo las mismas licencias y excesos de cualquier mortal (a veces incluso alguna más). Sin ir más lejos, el juego termina con unas buenas cervezas y las celebraciones en equipo no suelen ser aptas para hipocondríacos, ni maniáticos del óptimo mantenimiento. El jugador de rugby no trata su cuerpo como porcelana china o flor de invierno, si no más bien al contrario, sin que por ello deje de cuidarlo.
PORQUE refuerza el sentido de la importancia de la colaboración en grupo. En este deporte no hay sitio para las individualidades, los figuritas quedan en evidencia. El sentimiento de grupo y amistad entre los compañeros de un equipo de rugby, siempre suele ser superior que en los demás deportes.
PORQUE las raíces del rugby están en su pasado, en su tradición, pero nunca debe quedar anclado. Debe ser continua evolución, adaptarse a las nuevas circunstancias, ser dinámico, creador y triunfará quien más rápido se adapte al proceso evolutivo que su naturaleza permite.
PORQUE el equipo contrario siempre es objeto de respeto y de amistad, que tras la dolorosa disputa del partido se manifiesta en pasillo final y en el tercer tiempo..
PORQUE todos los que estamos en el rugby formamos una gran familia de ámbito global y mundial, que hace realidad el deseo del deporte como vehículo de unión por encima de ideas y fronteras.
PORQUE por ello, pertenecer al rugby es pertenecer a una casta, a un clan, a una religión, participar de una filosofía y un concepto de la vida , lo que puede suponer para muchos encontrar su lugar, su deporte, su vida…
PORQUE la comunión que hay entre sus miembros se da en el espacio y en el tiempo. Al ser la tradición y el respeto a las tradiciones uno de los valores fundamentales en el rugby, el pasado es el presente para un jugador de rugby.
PORQUE quien vive el rugby como jugador, nunca deja el rugby, si no que permanece ligado a él dentro de su estructura. Quien pertenece al mundo del rugby tiene pasaporte seguro para ser bien aceptado en cualquier lugar y encontrar hermanos en la FÉ RUGBÍSTICA..
PORQUE ha sabido preservarse siempre de su propia idiosincrasia (y que lo siga haciendo), de influencias y presiones ajenas, muchas veces incapaces de comprenderlo por no estar incluidos en su verdad...
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